domingo, 5 de mayo de 2013

Consejos que saque del libro de Cielo Latini.


1. No le digas a nadie que estás ayunando 
Ayunar está muy bueno pero todo el mundo se va a dar cuenta de que lo estás haciendo 
y no queremos eso, no queremos que todo el mundo sepa los beneficios del ayuno y que 
se copien ¿o si? El problema es que si hacés el ayuno la gente va a estar esperando que 
bajes de peso y si por alguna razón no podés hacerlo, te vas a sentir muy mal. En 
cambio, si no le decis a nadie que estás ayunando, cuando se vean los beneficios todos 
te van a halagar y a preguntar tu secreto. ¡Shhh! ¡No lo digas!!! Además, la gente va a 
pensar que estás loca porque no van a entender que pases días y días sin comer y que no 
le temas a las consecuencias (¿pero cómo alguien le puede temer a ser perfecta?).  
¡Te vas a volver una fanática del ayuno!La gente va a tener miedo. Miedo, 
miedo, miedo, ¡eso es lo último que necesitas en tu camino para ser perfecta! Además, 
no le cuentes a la gente que estás ayunando así se convierte en tu pequeño secreto (no 
tan pequeño) ¡lo cual lo va a hacer mucho más interesante! ¿A quién no le gusta tener 
algo para contar y tener que guardárselo? 

Tu ayuno es entre Ana y vos, nadie más tiene que saberlo. Y cuando estés 
tentada de romperlo acordate de cuanto Ana te ama y cómo quiere lo mejor para vos. 
Ella solo quiere que seas perfecta, le debes a ella todo tu respeto. Mirá la cara de Ana en 
esa galletita de chocolate que moris por comer. Pensá en cómo sacrifica ella todo su 
tiempo dedicándose a vos. ¡No se merece que corrompas tu cuerpo y le faltes el respeto! 

2. Apagá el televisor 
En todas las publicidades aparece COMIDA, comida = NO. O sea, apagá el 
televisor, además se supone que no tenés nada más en qué pensar. Ponete a leer un libro 
de calorías, empezá tu propio diario anoréxico en Internet... ALGO. ¡¡¡Algo que no 
tenga nada que ver con comida!!! 

3. Háganse amigas 
Obviamente es más fácil encontrarte con una amiga a charlar de pavadas que con 
Ana a plantearte cuál va a ser tu futuro. Y no queremos hacer siempre lo más fácil, ¿no? 
Además esas amigas siempre te dicen que estás muy flaca y casi te obligan a comer las 
medialunas que compró esa madre GORDA que tienen. Y la madre-gorda te hace 
pensar en que JAMÁS querés parecerte a ella... pero las medialunas están todavía ahí y 
vos hace dos días que no comes nada. Acordate que estás débil y no podés hacer 
ejercicios sin desmayarte a los quince minutos, así que esas 160 calorías son espantosas 
porque no las vas a quemar ¡VAS A ROMPER EL AYUNO! Yo que vos me quedo con 
Ana solita en mi casa, donde no te tiente el diablo. Ana es SIEMPRE la mejor 
compañía. 

4. Date un banquete con lo que Ana dice 


Imaginate todas esas horas que gastas leyendo el diario o viendo televisión o 
escuchando radio. Ahora, durante tu ayuno, vas a tener que SATURARTE DE ANA. 
Todo 
va 

tener 
que 
estar 
relacionado 
con 
ella. 
¡Cuidado! Quizás puedas desarrollar una mente abierta, una mente nueva y vas a 
empezar a pensar diferente. Ahora estás llena de energía, no necesitas la comida. La 
palabra de Ana te alimenta lo suficiente como para sobrevivir. ¡Date cuenta, podrías 
vivir sin comer y nada sería malo! ¡Serías pura y perfecta! 

5. Meditá 
La mente humana es genial. Uno puede convencerse de cualquier cosa 
últimamente. Y así como aquella vez te convencieron de que una medialuna tenía 10 
calorías cuando en realidad tiene 160, uno cree lo que QUIERE creer. Así que meditá y 
CREETE que no necesitas otra cosa que a Ana en tu vida. Que podés ser independiente 
Y NO NECESITAS comida. Es cierto, creetelo. El hombre es un animal de costumbres. 
Te vas a sentir tan poderosa... meditá mientras los otros comen, mientras corrompen su 
cuerpo, mientras ensucian sus intestinos. ¿Cuánto hace que no vas al baño? ¿Viste que 
podrías vivir sin baño? 

6. Salí a caminar sola 
Nubes, la brisa en la cara, flores, árboles, sol, luna y estrellas. Esas son las cosas 
que Ana te muestra para ayudarte a entender que la vida es hermosa sin comida, que el 
sol sigue ahí aunque no comas: para ayudarte a entender que las cosas imprescindibles 
se quedan, LO INNECESARIO SE VA (como la grasa y la comida y todo lo demás q 
no necesitamos). 



7. Tomate un recreo, fumate un cigarrillo 
Fumate un cigarrillo, calmá esa ansiedad. Sin interrupciones. Andá a un lugar 
donde nadie te moleste. El cigarrillo no es bueno pero peor es una hamburguesa. 

8. Quedate quieta 
Muchos de tus sueños y palabras no tienen sentido, eso van a decirte. Así que 
mantenete cerca de Ana, ella te va a guiar en el camino. No te ensucies la boca con 
palabras insignificantes. No des explicaciones de por qué estás ayunando. Nadie merece 
esas explicaciones, vos forjas tu propio destino y sabés que no estás sola. Así que 
quedate quieta, Ana y miles de otras chicas están ayunando al mismo tiempo que vos. Y 
solamente las más valientes, las que no tengan miedo, las que no sucumban ante la 
sensación y aquellas que se queden quietas, tranquilas y no se ensucien la mente con 
palabras insignificantes serán las sobrevivientes. 

9. No sucumbas ante la tentación 
Esa porción de torta no va a hacerte más feliz y en cambio ser perfecta sí. 
Imaginate, son dos minutos comiendo torta y la vida pagando las consecuencias; o no 
comer nada y ser perfecta y agradecerle a Ana toda la vida por haberte ayudado a 
resistir la tentación. Pensalo, es fácil. Durante el ayuno vas a estar rodeada de comida: 
amigos, familiares, novio, todos van a querer alimentarte "estás muy flaca", te van a 
decir. Y QUE EQUIVOCADOS ESTÁN! No existe "muy flaca", no-existe. No se 
puede ser demasiado rico ni demasiado flaco. Corré el riesgo, ¡tené hambre! explora el 
vacío de tu estómago, sentí tus costillas... ¡te falta tan poco para ser perfecta! 

10. Dormí 


Aprovechá, porque vas a estar cansada por no comer. Eso quiere decir que estás 
llegando a la perfección; el cansancio es la respuesta a todo ese esfuerzo que estás 
haciendo. Vas a ser cada vez más hermosa, cada vez más parecida a Ana, la perfecta. 
Vas a ser una diosa y todos van a envidiarte... todos van a querer estar con vos y vas a 
estar tan orgullosa de lo que sos que no vas a querer compartir con nadie el secreto. El 
secreto es que Ana te llevó a donde estás y no la querés compartir con nadie. Porque 
nadie más la merece en su vida. Lo hiciste. Llegaste, ayunaste.